Los tiempos actuales han
determinado un aceleramiento que deje poco o casi nada en la recargada agenda para
que las personas puedan ocuparse de sus prendas. Si a esto le sumamos que el
boom inmobiliario promueve en su mayoría viviendas de tamaño compacto, no será
difícil colegir que una máquina lavadora puede ser difícil para mantener o
siquiera hacer ingresar.
No es sorpresa por ello ver como
el negocio de las lavandería ha florecido alrededor de nuestra ciudad, al igual
que en otros lados. En estos lugares no solo encontraremos la típicas máquinas
lavadoras automáticas que sirven echando monedas, sino también muchas otras más
grandes y que devienen en más clases de servicios.
Mientras más servicios un negocio de estos ofrezca,
mayor será la cantidad de posibles clientes que pueda captar o mantener fiel.
Pero para esto se necesitan máquinas de primer nivel que cumplan distintas
funciones, como una planchadora
calandria que sirve para quienes quieren un planchado soberbio. De igual
modo si se desea limpiar a un modo más completo la prenda, se
puede realizar una esterilización con una esterilizadora
autoclave a vapor.
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